
🌹 La Verdadera Voluntad Divina
Cada mañana, cuando me despierto, tengo un ritual sencillo pero poderoso: le digo a Dios que Su voluntad es mi voluntad . Lo repito como una afirmación, como una entrega, como una forma de rendirme a algo más grande que yo.
Pero hoy… algo cambió. Hoy sentí una revelación en mi corazón.
Su voluntad no es que yo me esfuerce más.
No es que me sacrifique para merecer.
No es que me demuestre constantemente digna de amor.
Su verdadera voluntad es que yo me sepa amada. Que yo reciba.
Y eso me tocó profundamente.
Porque, sin darme cuenta, llevaba años –quizás toda mi vida– buscando demostrarle a Dios, al mundo, a mi Llama Gemela, que soy buena, que soy suficiente, que merezco amor, abundancia, compañía, Unión.
Creía que si lo hacía todo bien, si cumplía ciertos estándares, si "sanaba lo suficiente", entonces podría recibir.
Pero no funciona así.
Dios ya me dio todo. Ya me creé perfecto.
El amor ya está aquí.
Y mi único trabajo es aceptarlo.
Y me doy cuenta de que no hacerlo, no recibirlo, no abrirme...
también es una forma de rechazar lo divino.
De rechazarme a mí misma.
De rechazar incluso a mi llama gemela, que no es más que una extensión de ese amor perfecto que Dios me tiene.
Hoy entendí que cuando sigo intentando merecer lo que ya me fue dado, en realidad estoy viviendo desde la herida. Desde la escasez. Desde la separación.
Pero cuando me detengo, respiro y simplemente digo:
"Sí, Dios. Sí a tu amor. Sí a lo que ya soy".
Entonces todo se alinea.
Me di cuenta también de que eso que tanto anhelaba de “hacerlo todo acompañado, sostenida por mi hombre” no era otra cosa que mi deseo más profundo de descansar en Dios.
Mi alma anhela la fusión con lo divino, la entrega total a ese amor que no se agota y que nunca me abandona.
Y cuando me dejo sostener por Él, cuando me entrego, cuando dejo de luchar… siento paz.
Siento que no tengo que correr más.
No tengo que demostrar nada.
Solo tengo que estar.
Recibir.
Y ser quien Dios soñó cuando me creó:
Una expresión viva de su amor.
Así que hoy lo elijo.
Hoy me elijo.
Hoy me permito recibir, sin resistencia.
Me permito ser digno sin condiciones.
Me permito ver a mi llama gemela no como algo externo, sino como ese espejo que me recuerda que ya soy completa, que ya soy amada.
Y tú que me lees…
¿Te has dado cuenta de todo lo que estás intentando merecer cuando en realidad ya te fue dado?
Dios no está lejos.
Dios no espera a que seas “mejor” para amarte.
Dios ya está aquí,
Y Su amor ya es tuyo.
Solo espera que lo recibas.
Con amor eterno,
Encarni
✨ Si deseas ir más profundo en tu camino espiritual y en la sanación de tu vínculo con tu llama gemela, escríbeme y cuéntame . 💌
Puedes ver mi nuevo vídeo aquí →